1 – Plegaria (Pablo Milanés)
Qué es lo que falta para creer que Dios murió,
qué es lo que falta para creer quién lo mató.
El libro blanco, rojo y azul se me perdió
sólo me quedan mi mente y tú, qué voy a hacer.
Véndeme el alma que ayer valió quiero comprar
te vendo el cuerpo de mi virtud ya no es igual.
Cualquiera muere, dos nacerán hay que confiar
si tu conciencia no va a explotar por qué pensar.
Quién resistirá, quién sabe la distancia
entre Babilonia y el Dorado aquel.
Dónde me hallarás si tardas en volverte
Cristo de este templo que arderá.
Hoy es muy tarde, mañana habrá que trabajar
viva la Tierra, que buen lugar para morar.
2 – Otoño (Pablo Milanés)
Otra vez solitario en mi viejo sillón
esperando el otoño y una triste canción.
La gente vive y sueña y busca con ardor
y yo espero el otoño en mi desilusión.
Hay cosas que se mueven y otras son imposibles
cual siglo diecinueve o una pena de amor.
El otoño es el mismo que acaricia y se muere
cuando la nieve cubre las hojas de un dolor.
En la calle me esperan las cosas cambiarán
pero hoy llegó el otoño…
me van a perdonar…
Yo seguiré esperando en mi viejo sillón
a que pase el otoño y esta triste canción.
3 – Ellas (Pablo Milanés)
Ella canta como un ángel
y su voz acarició la miel
y te encanta con su duende
que percibes siempre a flor de piel
orgullosa de ser la mujer
que te da una rosa sin espinas:
ella es feliz,
no quiere más para amar.
Ella pinta noche y día
sus colores tienden a evocar
la dulzura que respira
cuando el alma va a comunicar
esa magia que te va a marcar
sin pedirte nada,
se regala: ella es feliz,
no quiere más para amar.
Ellas buscan y se encuentran
con la más hermosa facilidad
donde quiera está la felicidad
cuando seas tú la vas a conquistar.
Por ahí andan, las encuentro,
solo un beso y todo marcha bien
dos mujeres de estos tiempos que se integran
al acontecer cada día,
sin dejar de ser
sin pedirte nada,
se regalan: te hace feliz,
no quieren más para amar.
4 – Yo sé que un día tú vendrás (Pablo Milanés)
En cada rostro, en cada cuerpo, en cada olor te encontraré.
Cada vez más tu pensamiento yo amaré.
Será que vives en mis sueños
será que nunca te vi
será tal vez que no estas hecha para mí.
Pero te siento en mi dolor
en el cansancio de los días
en mis pequeñas alegrías sin amor.
Las cosas buenas que seré serán contigo compartidas
te entregaré mi fantasía de una vez.
Hasta el final de mi existencia sin dudar te buscaré
será una hermosa recompensa: esperaré.
Yo sé que un día tú vendrás
para cambiarme mi destino
para llevarme a tu camino llegarás.
En cada rostro, en cada cuerpo, en cada olor te encontraré
te imaginé y aunque no existas: te amaré.
5 – Si ella me faltara alguna vez (Pablo Milanés)
Si ella me faltara alguna vez
nadie me podría acompañar
nadie ocuparía ese lugar
que descubro en cada amanecer
si me faltara alguna vez.
Si ella me dejara de querer
cuando la contemplo al despertar
siento la pureza que me da,
nunca la podré corresponder
si me dejara de querer.
Si ella se olvidara de cantar
ese hermoso mundo que me da
cómo volvería a predicar
si fue su palabra mi verdad
si se olvidara de cantar.
Si ella no inundara esta ciudad
todo cambiaría de color
gozaría de otra claridad
cuando miro y pienso con dolor
si no inundara esta ciudad.
Si ella me faltara alguna vez
si ella me dejara de querer
si ella se olvidara de cantar
si ella no inundara esta ciudad
yo escribiría esta canción.
6 – Búsqueda (Pablo Milanés)
La niña que se perdió nunca más la conocí
por más que quiero pensar que se parece a ti.
Se fue en la niebla del sur sobre un venado de allá
iban moviendo sus alas rumbo al mar.
La niña que fui a buscar había perdido su luz
la lluvia decoloraba su sonrisa azul, su verde piel
su rostro de papier maché
su cuerpo que prodigaba con su negra fe,
su bella fe de dar amor
sin encontrar un alma que fuera igual.
La niña que regresó se parece a las demás
la esencia de su virtud se me ha quedado allá.
Ella no era la mejor
ni siquiera era feliz
pero era mi niña y siento que se me perdió.
7 – Juegos de muerte (Pablo Milanés)
Yo sé que vas a continuar jugando a que me matas
sé que también continuaré jugando a resistir
y en estos juegos perderá el amor que un día fue
como fantasmas nos verán buscándonos para vivir.
Y en cada intento de jurarnos mala fe
sucumbiré a la tentación de amarnos otra vez.
Mas sé que vas a continuar buscando a los amantes
que mis amantes nombrarán
después de sonreír y este dolor renacerá
el amor que un día fue:
como fantasmas nos verán buscándonos para morir.
8 – En vuelo hacia Madrid (Pablo Milanés)
Cuánto extraño la mano de mi amada
ella en La Habana, yo en vuelo hacia Madrid
cuánto extraño esa mano enamorada
que enamorado yo quiero para mí.
De esa mirada, ese miedo,
esa memoria que entre la euforia,
al volar, se suele compartir
nuestras manos hicieron una historia
desde la Habana hasta el centro de Madrid.
Cuántas manos me habrá tendido ella
cuántas manos le habré pedido yo
en su mano toqué como una estrella
que enseguida mi mundo iluminó
mano que un día cambió mi vida
mano que me embrujó.
Retornando al instante en
que mi mente soñó con verte,
volando, a mi lado hacia Madrid
voy cantando mi dicha
por saberte allá en La Habana
esperando por mí.
9 – Plegaria (Pablo Milanés) *Acústica
Qué es lo que falta para creer que Dios murió,
qué es lo que falta para creer quién lo mató.
El libro blanco, rojo y azul se me perdió
sólo me quedan mi mente y tú, qué voy a hacer.
Véndeme el alma que ayer valió quiero comprar
te vendo el cuerpo de mi virtud ya no es igual.
Cualquiera muere, dos nacerán hay que confiar
si tu conciencia no va a explotar por qué pensar.
Quién resistirá, quién sabe la distancia
entre Babilonia y el Dorado aquel.
Dónde me hallarás si tardas en volverte
Cristo de este templo que arderá.
Hoy es muy tarde, mañana habrá que trabajar
viva la Tierra, que buen lugar para morar.