1 – Para vivir
Muchas veces te dije que antes de hacerlo
había que pensarlo muy bien,
Que a esta unión de nosotros
le hacia falta carne y deseo también,
Que no bastaba que me entendieras
y que murieras por mí,
Que no bastaba que en mi fracaso
yo me refugiara en ti,
Y ahora ya ves lo que pasó
al fin nació, al pasar de los años,
el tremendo cansancio que provoco ya en ti,
Y aunque es penoso lo tienes que decir.
Por mi parte esperaba
que un día el tiempo se hiciera cargo del fin,
si así no hubiera sido
yo habría seguido jugando a hacerte feliz,
Y aunque el llanto es amargo piensa en los años
que tienes para vivir,
que mi dolor no es menos y lo peor
es que ya no puedo sentir,
Y ahora tratar de conquistar
con vano afán ese tiempo perdido
que nos deja vencidos sin poder conocer
eso que llaman amor para vivir.
Para vivir…
(1967)
2 – Hoy no estás quizás más lejos
Hoy estás, quizás, más lejos
que la distancia más larga
y yo sé que aún te quiero
y que mis manos te aguardan.
Y qué hacer, si no hacer como que vivo,
el aire choca conmigo,
mi calle nunca termina,
y tu voz y tu figura
sobre mi espalda caminan.
Paso a paso voy pensando
todo lo que fuimos juntos
y hoy contemplo con tristeza
lo solo que está mi mundo.
Paso a paso el delirio se acrecienta,
la luna y el sol se encuentran,
todo se rompe en pedazos
y de pronto surges tú
que me llevas en tus brazos,
en tus brazos…
3 – Ya ves
Ya ves
y yo sigo pensando en ti
como ave
que retornará.
Ya ves
y yo sigo pensando en ti.
Ya ves
y yo sigo pensando en ti
aunque sepa
que después te irás,
mas ya ves
y yo sigo pensando en ti.
Una gota de lluvia
en mi alma cayó.
Una hoja de otoño
en mi pecho durmió,
mas un rayo de sol,
se negó a acompañarme
por mi estrecho sendero sin luz
y que yo siga
pensando en ti.
Ya ves
y yo sigo pensando en ti
como ave
que retornará.
Ya ves
y yo sigo pensando en ti.
(1965)
4 – Te espera una noche de éxitos
El recital va terminando
ya va cayéndose el telón
un fuerte aplauso va cerrando
el final de una canción.
Se van secando los sudores
ya se repone el corazón
son menos fuertes los dolores
va pasando la emoción.
Afuera la gente clama por entrar,
le espera una noche de éxitos y amor.
Se produjo el encuentro de cada noche
en que el humano se va a morir
y en su lugar se queda un fantoche
que es bien amable y hace reír.
Quién será el que pregunte por esos besos
que un ser pequeño te dio al partir,
quién por tu árbol, por todo eso
que día a día te hace vivir.
La cama solitaria y fría
como un objeto confesor,
oye un resumen cada día
de lo que nunca pasó.
Ya se aproxima la mañana,
el sueño llega con temor,
todo ese cuerpo se prepara
para dar lo mejor.
De nuevo la escena levanta un rumor,
le espera otra noche de éxitos y amor.
5 – Ya se va aquella edad
Ya se va aquella edad.
Qué lindo fue, qué despertar,
fue sentir la inmensa sensación
de que vivir es algo más
que en sueños ir.
Fue crecer, saber, dudar,
hacer, buscar, pedir, brindar,
recorrer el último camino
que te lleva hacia tu propia identidad.
Ya se va aquella edad,
que al elegir te encontrarás
sin soñar, frente a tu propia imagen
ya en un viaje del que jamás regresarás.
Y hoy se resiente el corazón
siento algo más que una ilusión.
Ya se va aquella edad
es algo nuevo que va entrando
se va imponiendo, lacerando
algún rincón de mi emoción.
Y aquí está, pues, esa edad,
que al elegir te encontrarás
sin soñar, frente a tu propia imagen
ya en un viaje del que jamás regresarás.
Jamás.
(1984-1985)
6 – Amor
No te pido que te cuides
esa delgadez extrema,
sólo pido que me mires
con esa mirada buena.
Tus ojos no son luceros
que alumbran la madrugada
pero si me miran siento
que me tocas con tus manos.
Tus manos no son hermosas
no veo estilo en tus dedos
pero qué humanos reposan
si se enroscan en tu pelo.
Tu pelo ya sin color
sin ese brillo supremo
cuida y resguarda con celo
lo que cubre con amor.
Tu cerebro porque piensas
porque es tu clave y motor
va generando la fuerza
que me hace humano y mejor.
Cuerpo, manos, ojos, pelo,
carne y hueso inanimados
que cobran vida
y por eso, quiero vivir a tu lado.
(1975)
7 – Hoy la vi
Hoy la vi,
y tenía un rostro ajeno al que yo amaba;
el que dan
unos años de no ser feliz.
Hoy la vi,
y recordé la historia de un pedazo de mi vida
en que abrí
la primavera bruta de mis años al amor.
Hoy la vi,
y tenía un rostro ajeno al que yo amaba;
el que dan
unos años de no ser feliz.
Junto a ti, mi futuro de sueños llené,
logré identificar tu belleza y el mundo al revés;
nos miraban de muy buena fe,
nada cruel existía, si yo te veía, reía después.
Desperté la mañana en que no pudo ser
no sin antes jurar que si no era contigo, jamás,
que esta herida me habría de matar…
y heme aquí, ¡qué destino!,
que ni el nombre tuyo pude recordar…
Hoy la vi,
y tenía un rostro ajeno al que yo amaba;
el que dan
unos años de no ser feliz.
8 – El breve espacio en que no está
Todavía quedan restos de humedad,
sus olores llenan ya mi soledad.
En la cama su silueta
se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio
en que no está.
Todavía yo no sé si volverá,
nadie sabe al día siguiente lo que hará.
Rompe todos mis esquemas,
no confiesa ni una pena,
no me pide nada a cambio
de lo que da.
Suele ser violenta y tierna,
no habla de uniones eternas,
mas se entrega cual si hubiera
sólo un día para amar.
No comparte una reunión,
mas le gusta la canción
que comprometa su pensar.
Todavía no pregunté “¿te quedarás?”.
Temo mucho a la respuesta de un “jamás”.
La prefiero compartida
antes que vaciar mi vida.
No es perfecta, mas se acerca
a lo que yo, simplemente, soñé.
(1984)
9 – A veces cuando el sol
A veces cuando el sol levanta el vuelo
remuevo la esperanza y miro adentro
y entre mi corazón y la añoranza
sólo dormita un charco de aguacero.
Detrás de la mirada salta un sueño
que sin querer se agita en la garganta
una carrera ciega hasta tu cuello
un tropiezo que rompe la balanza.
No habrá razón que guarde el equilibrio
cuando la ausencia llora en los sentidos
cuando la soledad es un gran pino
que crece en un jardín de blancos lirios.
No habrá más que gritar contra el silencio
cuando me invade el pecho la llovizna
y aunque tu luz no fuera ya la misma
y me quede de pie donde aún te espero.
Remuevo la esperanza y miro adentro
cuando la pena oprime la garganta
detrás de la mirada salta un sueño
y aunque llueva en la calle el viento canta.
A veces cuando el mar no nos alcanza
y tan sólo el rocío moja el suelo
un pájaro veloz recorre el cielo
y crece con el tiempo la distancia.
(1984)
10 – 405 de nunca
Te presentí como cuando llegan los vientos de tormenta.
Tu senda gris me ha despertado el alma
y hoy me atormenta.
Llegaste con tu cinta, amarrando en tu cabeza
todo el viejo pasado que moría,
y tus ojos color de esperanza me dijeron
que sufrías, que ya no esperabas ni un consuelo.
Y de pronto el pasado reciente retornó
y no quise llenarme el pecho de ternuras,
porque tengo temor, porque siento el dolor
que tu amor me causaría.
Yo no quiero sufrir, yo prefiero morir
a saber que sufriría.
Te presentí como cuando llegan los vientos de tormenta;
tu senda gris me ha despertado el alma,
y hoy me atormenta.
11 – Canción [De qué callada manera]
¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo
como si fuera
la primavera!
(Yo, muriendo.)
Y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.
¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
(No soy tanto.)
En cambio, ¡qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!
¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo
como si fuera
la primavera!
(Yo, muriendo.)